Segundo Día de Felicidad

Hoy escuché hablar mi corazón
mientras los latidos se apaciguaban.
La tarde, serena, llenó un resplandor
y por un momento
pense que había dejado de existir.
Morir despacio, en silencio,
dejando atras todo lo viejo.
Este corazón no se movía
mientras hablaba, cantaba,
sonreía.
Y luego el sueño me tomó,
sueños dulces, inenarrables,
llenos de colores diferentes,
de dichas diferentes,
que el vacío fisico solo puede ofrecer.

Silencio, vacio
lleno de luz, de aire, de agua, de tierra,

Amor que se engrandecerá
durante cuarenta días;
cuarenta ladrones
lo intentaron robar

AMOR DIVINO:
Solo TU PERMANECES

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-Maryam- Septiembre de 2008